jueves, 18 de junio de 2009

Pobrecita

Pobrecita. Primero te enamoraste del malo de pelo largo y moto. Tú sabías que era bueno por dentro aunque tenías la pinche cara hinchada por fuera consecuencia de sus madrazos, no había pedo las caguamas en la banqueta y sus apestosos besos calmaban tu dolor. Tú que no comias por ese guey, que te peleabas con tu familia y quien sabe en cuantos pedos te metiste, por ese cabrón que así nomas te mandó a la verga.

Pobre. Llegó el jugador de americano, a la moda y bien pedo, amiguero, como para tí. Este no te madreó la cara, nada más te la vió infinidad de veces, y te lo dijo tu hermana -la que perdona la infidelidad una vez es pendeja mil veces-, pero tu nada más fuiste pendeja como 6 o 7 veces no? tan chidos que eran sus amigos que te manoseaban peda, que hablaban de ti a tus espaldas cagados de risa, qué simpáticos cabrones, recuerda que ese guey dejó a otra por tí y después tú te fuiste por otra.

Decías que por qué era tan culero el amor, que no era para tí, que todos los hombres eran iguales y tantas pendejadas más que yo te quise demostrar lo contrario pero no estaba ahi, no me dejabas.

Entonces decidiste darle una oportunidad más al amor, pero el amor no es el culpable de tus pendejadas, malos gustos e ilusiones... tú pensabas que se experimentaba, como todos, no que se aprendía como yo te quería enseñar a amar.

Por eso me fui a la chingada de ti, pero supe que te embarazó otro principe de la huevonada, regresaron los madrazos a la cara, pero que era muy cojelón me dijeron, -es un pinche reggaetonero que se la faja en el metro. Pobrecita dije y no quise saber más.

Te abandonó pero tu andas muy feliz con tu chamaco, bien trabajadora pues ya no hay de otra, tu hijo lo es todo para tí, llevas cicatrices de los madrazos en tu corazón. Te acuerdas de la bola de culeros que no te valoraron, odias al amor, pero de aquel perdedor que te quizo enseñar a amar ni puta idea quién es.

Pobrecita. Como tú mi amor no hay dos, hay un chingo, por eso soy tan infeliz, tan desdichado, tan pendejo...Pobrecito.

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