viernes, 31 de diciembre de 2010

No te amo

Yo siempre te he mentido, nunca te he amado.

Cada noche sin saber por qué ni como, conozco a la sucesora de mis sueños, a la dueña de tus encantos.

A alguien que sin duda alguna en el momento suple tu lugar. Aquella que con su abrazo me hace hacerte menos, desearte nada, olvidarte, y con su sudor borrarte.

Como te amo miles de millones, así mismo existen de mujeres, y yo sin saber, sin querer, siendo solamente lo que soy, hay quienes me regalan su canción.

Estoy harto de ti, de desearte, de querer hacerte el amor, de enseñarte lo que verdaderamente es el amor, de tan solo desear darte un beso y romperle la madre a tus pensamientos, a tus ideas, a las mias a las de tus padres, a las del universo, y que no sepamos más, mas que nuestro amor.

Pero yo te he mentido, y no te amo.

Tan solo busco tu cuerpo, tu deseo, tu pensamiento, tu desvelo y por ti quiero ser mejor y darte lo que quieres, quiero desvelarme, desearte, pensarte y sobre todas las cosas amarte.

Tan solo eres un simple deseo carnal, tan solo te vi y no cupo en mi mente más, me gustó tu forma de ser tanto como tu forma de actuar, más aun la forma de tu cuerpo, y jamás deseé tanto amar.

Pero no te amo. Tan solo cada noche te deseo como a ella, como a la otra, como a ti, como a a cualquiera, y que diferencia hay que al final de cada noche tan solo tu estés en mi pensamiento, y que diferencia hay de que cada noche estés en mis sueños, en mi plática, en mis cuadernos, en donde quiera que haya un espacio para mis deseos.

No te amo, tan solo llenas un vacío que jamás nadie había llenado, después de todo, somos lejanos, ajenos y casi extraños, como podría amarte, eso es una mentira.

Sueño tus ojos y si cierro los míos te imagino besando mis labios, y si los abro te imagino soñando conmigo, pero no te amo, eres un deseo inacabable, o eres un amor infinito e interminable? no se que eres.

Eres cada mañana, cada tarde y cada noche, eres lo imposible, eres una decepción , eres un sueño, eres mis ganas de trabajar, eres la razón de confundirme y jamás poder consolarme. Eres todo, y para que quiero amarte, no te amo, lo niego, me niego a aceptarlo, sería un suicidio confesartelo aunque ya te lo he confesado.

Me niego a decirte que he llorado por ti, que te he dedicado algunos días, que jamás he dejado de pensarte, que te he odiado, que si fuera mi voluntad me hubiera gustado jamás conocerte, que me cuento diario historias para conquistarte.

No te amo y quiero que lo sepas, sólo te sueño, te deseo, te extraño y todo me lleva a ti. No hay razón para que ames tampoco, yo no te romperé el corazón, te gusta que te escriba como un tarado, pero ya no lo haré, porque no te amo. Tan solo eres un sueño imposible que jamás he deseado.

domingo, 17 de octubre de 2010

Balance.

Y entonces me di cuenta que las historias no tienen final, sólo tienen principio; que la distancia no es cuestión de kilometros sino de interés, estando tan cerca, nuestros corazones estaban tan lejos, corriendo a lados opuestos, tú con tus emociones pasajeras, deseos momentaneos, viviendo como veleta; tú hablabas con la boca yo siempre hablé con el corazón.

Y es tan sencillo saber las razones, aquí no hubo madurez, ni decisión, no hubo compromiso ni interés... pero hasta entonces me di cuenta. Tanto pude hacer pero cuando alguien no quiere que hagas nada, corres bajo el fango.

Tiemblas, hay nervios, ansiedad, desilusión, lágrimas secas, negras, punzantes, quemantes, que se pasean por todo tu cuerpo y se evaporan en tu corazón, hay latidos tan fuertes que no te dejan dormir y hay suspiros
 que casi te rompen el pecho, saber que has vivido envuelto en una ilusión y que en tu estúpida historia de amor siempre  has estado solo.

¿Que tanto valor tiene para ti una persona a la cual llamas un miércoles a las 5 de la mañana y que valor tienes tú para esa persona si en 17 minutos acude a tu llamado, ¿Me entiendes?

¿Y que harías si tienes enfrente a la persona más hermosa, maravillosa y a la cual amas con todo tu ser?

Me dijiste una vez que ya no había caballeros ni personas románticas, que el único era yo. Después de tus novios y no se cuantos besos me doy cuenta que aquí el único pendejo también sigo siendo yo.


El único pendejo que cree en ti, que te acepta con tu memoria de teflón, que te entiende, que te siguió amando después de que lo negaras en tu primera despedida, cuando estabas con otro hombre, que pudo viajar 3 veces en este año pero tu estabas en otra cosa que ahora ya no existe y que cuando fue tú ni enterada, otra vez estabas en tu mundo; el único pendejo al cual dijiste amar también, dedicaste canciones, le diste cuerda a su tonto corazón y en la única carta que le escribiste confesaste un beso con un tarado que te babeó, soy el mismo pendejo que tan sólo quería verte y esperó varias horas, que gran mierda estar a unos metros de ti, pero a galaxias de tu corazón y tú ni saliste, todo quedó en incertidumbre, y tú te quedaste en tus cosas, porque simple y sencillamente no querías verme. Yo siempre te hablé con la verdad.

Hay sentimientos y emociones que duran una noche, meses o años, y hasta que mueres sigues en esa montañita rusa de sensaciones, desgraciadamente lo que yo siento es infinito y eterno, y tu no lo comprendes ni lo quieres comprender, quedemonos pues con lo que a cada uno nos haga feliz.

Y no me confundí, y no me arrepiento, simplemente desperté de la peor manera, pero lo hice y eso es reconfortante, siempre me ha gustado traer los ojos abiertos, vivir el ahora, amarte sin condición, y nunca antes había deseado no verte ni saber de ti, discúlpame si en algún momento te incomodé y por favor se feliz.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Despertar

Me gustaba mucho sentarme en aquella montaña, nunca hacía falta nada, estaba el viento removiendo cada vello, enchinando la piel, la luz bañaba mi sonrisa, y sentía una gran tranquilidad por dentro, una paz inquebrantable, sólida, en esa montaña no había opuestos, no existía el tiempo, el ahora era perfecto.

De vez en cuando bajaba a caminar por el pueblo, los niños sonreían y sostenían la mirada no cargaban nada en sus espaldas, no suponían ni sentían miedo, eran ojos limpios, la gente a veces los cubría con mantas y entonces ellos dormían.

La gente era agradable, otra no tanto, cada uno adoptando su personalidad, defendiendo sus gestos, me observaban poco y yo los observaba mucho, era demasiado interesante, socializaban, mucho bullicio, comercio, a veces demasiado ocupadas como para subir y sentarse en la montaña, era curioso porque adoraban a aquel gran hombre, sí, aquel que murió sin pareja, pero lleno de amor, aquel que no poseía nada pero era dueño de todo, aquel que solo pocos entendieron, y los demás lo crucificaron. No lo entendían y ahora tampoco.

Me llamó la atención que al salir de su casa todos se golpeaban la cabeza con la palma de la mano, y yo me acerqué a una mujer para despejar mi duda, pero me comentó que era una tradición y se fue, curioso fue que al salir de la posada donde solía quedarme no me golpeé la cabeza y la gente me atacó con miradas, entonces me golpeé y me aceptaron, curioso.

Muchas más tradiciones y costumbres no entendí, pero menos ideas preconcebidas y condicionadas que impedían una total plenitud en las personas.

Muchos años bajé a la comunidad, y la gente por temporadas cambiaba sus vestidos su calzado, sus necesidades, buscaba la novedad en el mercado, era divertido pasear y comprar productos, ver a cada vez más gente, presenciar sus festivales, su música, te envolvían las luces, la belleza, el ruido, la comida...

Ese frío matutino, acompañado de luz y ruido dictaba un nuevo día, la gente era otra, seria, aburrida, otra más festiva pero al final vacía, ¡que gran oportunidad! pero a la gente no le gustaba y buscaba ocuparse, entretenerse llenar ese vacío, esa paz, ese estar con uno mismo. Y yo no entendía.

Llegué a hacer algunos amigos, por aquí y por allá, de todos ellos aprendía y jamás traté de enseñarles nada, sólo les regalaba mi ser auténtico y ellos me aceptaban, mi cabeza ladeaba y mis ojos se extrañaban cuando escuchaba a amigos hablar de otros amigos, cuando me reclamaban ser amigo de otros, no entendía, hasta que vi el ego salir de sus ojos y de su mirada, como lobos, territoriales, temerosos, inseguros, agresivos, confundidos algunas veces me atacaban.

La palabra a veces mágica, era lanzada como flechas, para engañar, para herir incluso en el consejo, que cuando no es sincero lastimaba en el corazón. Curioso era que los seres más cercanos y en apariencia más queridos eran los que más te dañaban y menos te entendían, el enemigo se mostraba más sincero, te decía palabras con agresividad y te hería, ¡pero que sincero y noble! decir te voy a herir y herirte.

Los hombres se lanzaban al ruedo para poseer mujeres, las más bellas, las más impolutas, y las amaban. Después hacían ceremonias para decretar socialmente la posesión, era bonitas fiestas donde de vez en cuando se podía conocer gente y entablar pláticas interesantes.

Me llamó mucho la atención la visita de un hombre acaudalado, venía de un país libre, era querido por unas cuantas personas pero llamaba la atención de muchas más, su casa con grandes jardines, sus mujeres las más bellas, en ese gran carruaje, se detuvo y me miró, me pidió lo acompañara y me invitó los higos más dulces, los quesos más frescos y la leche más espesa y refrescante que jamás había probado, las mujeres nos rodeaban, es decir las suyas y otras que lo deseaban, en su plática era terco, narcisista, y palabreaba demasiado, era una charla con él mismo, descubrí que era preso de sus propias negaciones, y que todo lo que tenía lo sostenía en las alturas de su propio ego, era inteligente pues trató de detectar mis puntos flacos, y atacarlos, cada que me veía mejor que él, en verdad, en espiritu y en alma volteaba a sus mujeres, me ofrecía más frutos, me mostraba las telas que lo ataviaban, que increíble hombre, pues aprendí tanto de él, nos despedimos, y por ser autentico me amó, salí libre, sin mujeres, carruajes frutos ni nada, excepto percepción.

Entonces todas las enseñanzas de aquellos grandes hombres tomaban sentido, curiosamente ninguno de ellos trató de crear fama o dinero, murieron sin posesiones, fueron maestros adorados por muchos, comprendidos por pocos, amaron sin esperar, sin condición y no enseñaban nada más que, no sigas a nadie mas que a ti mismo.

No importa lo que hagan los otros; hacer lo adecuado para uno mismo es la verdad, dejar fluir la vida interior sin intervención del ego, persistir hasta ganar serenidad auténtica en todas las situaciones.

Curioso que la naturaleza une al hombre y la sociedad o educación los divide, acumulando dinero, creando clases, tejiendo vestidos para pertenecer, colgandose objetos y simples metales de valores ridículos, nosotros somos los ricos, ustedes los esclavos, allá están los criados, este vestido me distingue, hagamos reuniones para unir este pequeño grupo que divide la sociedad y la fragmenta; desnudos todos eran iguales, desnudos del alma había seres de luz que no brillaban en sociedad, no aparentaban. Y yo trataba de entender, y recibía conocimiento de aquella sociedad tan confundida: priorizaba mis necesidades, acumulaba mis dones, pulía mis pensamientos, multiplicaba mi conocimiento, cimentaba mi paz.

Los hombres confundidos creaban sectas, fundaban religiones, formaban grupos para, por medio de una fuerza externa, encontrar lo que estaba en ellos mismos; así es, esos hombres inventaban dioses y credos para adorarse a sí mismos y llevaban intentandolo por siglos llenos de guerras, odio, equivocaciones, sinsabores, avaricia, placeres y deseos vanos. Nunca se detenían en ellos mismos: estoy respirando, caminando hacia la colina, estoy ansioso, estoy en el ahora, pisé una piedra, estoy viviendo... ellos dividían, el cuerpo caminando aquí y la mente divagando por allá, y eso los hacía chocar entre ellos, tropezar, tirar cosas, reducir el tiempo, estresarse y no disfrutar del momento.


Tardé muchos años en entenderlo, busqué, busqué y busqué, puse trabas y construí puentes, pero al fin pude ser libre y vivir por encima de la montaña rusa de emociones, vivir por encima de la dicha o desdicha, por encima de la rabia, el enojo, las pretensiones, los paradigmas; vacié mi mente de ideas para recibir sólo las auténticas, y en libertad absoluta pude amar y recibir todos los dones; dejé las palabras a un lado, artilugios retóricos, habilidad para manipular, y puse la verdad en mi ser, bajé a la comunidad siguiendo su juego, con compasión, comprensión y entendimiento, la forma como me encontré a mi mismo no es la misma en la que todos se hallarán. La vida es perfecta cuando se vive, no cuando se trata de demostrar o cumplir expectativas, hay un modo de vivir donde todo sucede, un modo de vivir siempre sentado en aquella gran montaña...

jueves, 2 de septiembre de 2010

Verdad.

Nunca he sabido estar sola, porque me aburro, porque necesito un hombre fuerte que me tome en sus brazos, porque simple y sencillamente me gusta tener al lado a un güey.

Envidio a mis amigas, a las que no lo son y a las que no conozco pero que van de la mano con un fulano; tú no me sirves, no me besas, no me abrazas, no le gustas a mis amigas, mi papá no te odia y yo creo en el amor de mercado.

Ese amor de músculo, popular, codiciado, donde buscamos el mejor producto posible que podamos costear con lo que tenemos, al final es un trueque porque yo también soy un producto, una muñequita de aparador, sexosa, deseosa de ser deseada, de tocar algo más que tus palabras, tus promesas y cumplir nuestros sueños.

 Quiero palpar mis deseos, viajar en auto asomada por la ventana, que mi hombre me abra o no la puerta pero que maneje, que sienta la brisa de su mirada, que me toque, que lo sienta en la piel, no en el corazón como a ti no te siento y nunca te sentí, eres un amigo y por momentos siento que él si me toca el corazón, que me quema con su mirada.

Se lo que tengo y lo que soy, se donde estoy y para donde voy, lo que nunca supe fue elegir un hombre y eso es algo que sinceramente ahora mismo me vale madre, porque tengo una ilusión y casi a todo me gusta llamarle amor.

                                                                             ***

Fue como ver ese coche por primera vez, me impactó, simple y sencillamente me volví loco y lo deseé por encima de todo. Estaba en las portadas de revistas, se escuchaban conversaciones sobre él y pocos afortunados lo conducían, tal vez en otro tiempo sería feo o antiguo, pero el mercado y el momento dictaban que era el mejor y la gente y yo lo creíamos así.

Es que a veces me dejo llevar por los deseos del momento, las excitaciones momentaneas. El coche era frío, ese olor a nuevo que le quita calidez pero que no deseas que desaparezca, esos tapetes que quieres que nadie pise, ese gran sonido; tenía un status y ahora yo veía a la gente en el camión desde mi coche. Y desde mi gran auto vi pasar uno mejor, más moderno, más veloz, de un color más vivo y que además había ocupado ese lugar en las revistas que el mío ya no ocupaba. Y pensé que al final siempre debía obtener uno nuevo, para alcanzar ese estilo, tener esa imagen y llenar ese vacío. Extraño leer en al autobús.


                                                                             ***

Lo quise mucho, pero me fue infiel, ¡maldito! además de todo era feo, yo que le abrí mi casa, mis piernas y mi corazón, todavía me acuerdo y me da risa porque ya no siento nada por él, obviamente se arrepintió de haber perdido a una reina como yo, y después quise a este y al otro, y ahorita vivo algo nuevo, estoy feliz, esa sensación de que te quiere alguien nuevo, ¡todo es nuevo! llamaditas, mensajitos, platiquita con mis amigas sobre él, vida sexual activa, besos, feromonas matan neuronas, física, química, abrazo, mano de aquí para allá y alguien sosteniendo mi ego.

                                                                             ***


Choqué ese puto carro. Simplemente lo choqué, sí fue un accidente pero yo siempre he dicho que los accidentes no existen, se perdió. Y ahora retomé el camión y me siento, leo un poco, escucho música y duermo, que maneje otro, y a veces agarro el nuevo auto, ese que siempre me gustó y me pareció perfecto, bueno, no es nuevo, no es el más caro, pero me encanta  cumple lo que necesito, los coches son como pequeños creadores de vacíos, inventadores de necesidades, marcadores de tendencias, hay miles de ellos, un amigo me dijo que los coches se deben comprar con el corazón. Y yo se que se debe comprar con los ojos no con las palabras del vendedor, y dirás -¿a mi que chingados me importa? me gustan más las motos y las trocas- escuchame que pal caso es lo mismo.

                                                                           ***

Pero si toda la vida he vivido rodeada de canciones, que hablan de "amor", te extraño, vuelve, me encantas, te amo, you, im gonna lalala y si además vivía aburrida llenandome la cabeza de novelas, pelis y amigas pendejas, pero con novio! y yo así nada más viendo; el "amor" siempre llega a huevo estés en China, Malta, Islandia o el pueblo más remoto de Nowherelandia... porque es una necesidad, para todos, desechable sí, pero ¿y que?
Es muy sencillo y espero lo entiendas, me gusta divertirme, sentir cosas chingonas ya que así lo acostumbro yo y dejemos que el romance se case con el cachondeo, que el amor nos de beneficios e ilusiones, que mi trofeo, mi príncipe azul se convierta en pendejo color carne y hueso en un futuro yo estaré igual sonriendo.

                                                                           ***

Y pensé que amamos las cosas solo cuando nos dan algo, bueno obvio las personas igual, si me das seguridad confianza y fidelidad te amo sino no, me refiero al auto, bueno ya ni se, es tan tarde, ella viajará en mi coche y tú en el suyo por caminos muy distintos, pero al fin libres.

lunes, 2 de agosto de 2010

Nos preguntamos.

He despertado feliz, porque este se ha vuelto mi estado, me acomodo en mi almohada, recuerdo mis hermosos sueños, y quiero seguir soñando, mi mente mi corazón mi espíritu y todo lo que yo soy preguntan por ti.

Eres más hermosa y más real que mis sueños, me despiertas y me duermes, me turbas, me haces pensar mil cosas, a veces no me dejas dormir, me ilusionas, me encelas, y te vuelves todo.

Hoy me pregunté si esto sería una obsesión, pero supe que no era así, porque al final como te lo he dicho, yo sólo quiero que tu seas feliz, conmigo o sin mi, pero me encantas y me muero por un beso, por caminar de la mano junto a ti, por mostrarte lo que soy y porque no me alcance la vida para darte lo que mereces, lo que yo te quiero dar.

Me preguntas que por qué te quiero, y te doy la razón más pura y es que yo lo decidí y así lo quiero, no le hago caso a la emoción que me causas, a mi agitación, a la taquicardia que provocas, a los ojos que dices que abro cuando te veo, a la risa pura y sonrisa sincera que provocas cuando te veo, a que para mi eres perfecta incluso cuando no lo eres, y a que quiero despertar a tu lado con todo y tu cabello agitado.

Me pregunto porque te quiero y porque no hago caso a la gente, es por que creo en mi y en ti, se que la vida da muchas vueltas y te quiero porque al final quiero estar junto a ti, la distancia solo me hace valorarte pero al final es nada, por un verdadero amor volaría quien sea a donde sea, el punto es ese, que yo sí lo encontré.

No encontré aún besos ni caricias que se parezcan a las tuyas y yo todavía ni te beso, se que no es físico, ni químico, ni ilusorio, no es deseo, no te comparo, yo simplemente te quiero.

No te asustes, tampoco es que esté loco por ti, estoy bastante cuerdo, comprendo, entiendo y siento, aprendí  y se amar, no puedo esperar a verte, no supongo nada, sólo quiero verte y que fluya que pase lo que tenga que pasar, con una sonrisa, con alegría, con amor, con naturalidad, no planeo nada voy a llegar a ti como soy, como me conoces, sin fingir sin prometer ni pretender, yo soy tuyo para siempre, te amo y hoy supe por qué.

domingo, 1 de agosto de 2010

¿Y si viviéramos sin miedo, sin estrategias, sin suponer, sin juegos tontos, sin orgullos, sin recelos, si matáramos al ego con amor, si tu confiaras en mi y me vieras tal cual soy?...

 ¿Si de pronto un día dejáramos las máscaras en casa?

Que yo pudiera decirte que me gustas sinceramente,  y nada más.  Sin ideas preconcebidas, ni pasado, ni voces raras; sólo el hoy, el tu y yo.

 Si yo pudiera ser como soy, sin miedo a no ser lo que crees que soy; si tan solo por un momento pudiera mostrarte mi ternura, mi locura y mi razón; si yo pudiera sacarte, sin agobio, mi corazón. 

Si riéramos sin parar ahogando cualquier duda, si los besos de minutos fueran de horas y no de segundos? si tu mano y la mia formaran algo imperfecto, incierto, pero tan dichoso y maduro.

¿Qué sería de este momento? que sería de todos los momentos que vivimos pensando en aquella persona que no llega, que volteamos con una sonrisa buscando con quien compartir y regresamos con un suspiro.

 ¿Que sería de nuestras manos vacías?

Pero todo termina con una charla frugal, más silenciosa que amena, más incomoda que sustanciosa; donde los miedos se trepan en el orgullo y devoran la sensatez, tu actitud nos niega, las palabras se estancan y lo que pudo ser muere en nada.

¿Hoy donde estás?

Se acabó sin miradas, recurriendo a la cobardía, escondiendo nuestro ser por temor a ser heridos, lo peor de todo es que yo sí se que pudo pasar. Lo mataste. 

¿Por qué no pudimos amar naturalmente?, sin esperar algo a cambio, sin obtener beneficios, con la verdad de frente, si tan solo supieramos amar. 

Pero yo sólo se que en este camino no hay más que plenitud y caminandolo juntos o no yo deseo que seas feliz, después de todo las verdaderas historias de amor no tienen final.



 

 

martes, 13 de julio de 2010

Mi nuevo amor.

Es como ir en carretera, sabiendo que después de emocionantes curvas y apasibles paisajes vas a llegar a un barranco y te vas a romper la madre.
Es como que a mi me gusta la adrenalina, pero no por eso me aviento a lo pendejo sabiendo que en cualquier momento esa adrenalina se va a convertir en dolor.

Pero bien dicen que para que haya un golpeador debe haber una sumisa, y mejor dicen aún que lo que tienes al lado es lo que mereces o para lo que te alcanzó.

Todo eso me dijiste, pero yo no lo entendí. Y yo te digo que es como si me estaban madreando y tu llegabas a salvarme pero yo le defendía a él, y eso sí pasó.

Me gustaba no tener nada que hacer y, a diferencia de antes, ahora perder el tiempo con alguien más, escribiendo pendejadas vía web, mensajitos alentadores, revividores, alimentadores de mi gran ego, y también de mi gran inseguridad.

  Alguna vez me consideré niña bien, por eso ahora me da pena viajar en motoneta, pero estoy o estaba (ya no se) al nivel de mi autoestima, salir con quienes alguna vez llamé naquitos, pobres, etc... además eso que, el dinero no importa, bueno, pero las palabras sí, como cuando me contaste que los delincuentes en promedio hablaban 100 palabras menos que los empresarios, y empleaban palabras deformantes del idioma referentes a armas, bandas y amenazas y las escudaban con princesa me encantas, ¡grandes palabras! pero para mi eran lo máximo, que me las dijera él, no tú.

Salir de pleito en fiestas, y que él siempre fuera protagonista, me enojaba, me excitaba, me encantaba y me hacía sentir segura, este tipo madrea a todos, es como superman pero en malo, ¡hasta me madrea a mi!

A veces quisiera acelerar y llegar al barranco de esta carretera, y de verdad que mi presente fuera pasado, y que tu leyeras esto y estuvieras aquí y me aconsejaras, no que vinieras a defenderme porque todavía no te dejaría, pero aunque sea sacarme un poco de este lodo enfadoso, rosa, necesario  y envolvente del cual ya no puedo escapar.

martes, 27 de abril de 2010

Jueguito

No somos pendejos, pero nos hacemos. Nunca he sabido por qué, pero te seguí el jueguito tonto
del tira y afloja, rompe repara, ama desmadra...

Tal vez sea que nunca creíste verdaderamente en mi, y eso lo comprendo, que nunca coincidimos verdaderamente, pero a huevo coincidimos. Que alguno tenía que fallar.

No te culpo, porque te amo, yo quiero que juguemos, hasta que la cosa se ponga seria, tu por allá yo por acá,
cayendo en inevitables situaciones que sabemos que van a pasar.

No me haces daño, porque te amo, y en este amor la libertad es prioritaria, te conozco más de lo que crees, pero no tanto como debería, y un viejo mapa como yo, uno se harta de querer conocer.

Yo no te pido nada, que me ames, que me llames, que me des, que me pidas, no te pido nada, yo sólo decido amarte a la manera que la vida, la felicidad, la libertad y nuestros corazones lo quieran, y que fluya.

Yo todavía creo en ti, pero no me urges, no me muero por estar contigo ahora, me muero por estar siempre a tu lado, porque creo en ti.

Pero sobre todo quiero que sepas que creo en mi, y no soy pasajero, no soy emoción, no soy excitante, no soy el noviecito que presumes en el antro. Y como sabes así hay de a millón. Los espejismos sobran por ahí, sobre todo tras de ti.

Soy con quien puedes crecer y ser tú, porque tú me gustas, soy el que soy como tú quieres porque así soy yo. Soy el que te ama en sueños y te lleva al cielo al despertar. Soy aquel tipo que en este momento no existe, mi nombre no está en tus cuadernos, mi cara no pasa por tu mente, yo soy ese.

Sabes que todas las noches pienso en ti, y espero que algún día todas las noches las pase junto a ti. Sabes que soy el tipo más afortunado del mundo por haberte conocido, pero no nos hagamos pendejos mi amor, en este momento tu ya no piensas en mi.

lunes, 26 de abril de 2010

Mi puta

Socialmente hablando no tienes otro nombre que puta. Palabra que a mi me suena a gloria cuando estoy junto a ti.

Efectivamente eres el cliché de mi intento de ser escritor, mi alma tan atormentada, lastimada y apendejada
sólo encuentra alivio en ti.

Y es que por fin el dinero tiene un buen uso y por momentos juraría que sí me vendes amor. Y es que por fin
puedo conocerte sin que me selecciones o me pongas pruebas, sin citas estúpidas sin conocer a tus papás, que me encantaría, pero aquí no hay eso.

Por momentos me olvido de todo y mis muestras de cariño tienen aroma a dinero, pero se terminan y nos vamos
sin ni siquiera saber si nos volveremos a ver y a ti no te importa, el dinero sobra y todos queremos amor.

Hoy quiero decirte que para mi eres mucho más de lo que he esperado y he tenido, cada una de tus palabras y tus besos me han dado más vida de la que he tenido, el despertar pensando en ti verdaderamente me hace sentir vivo.

No te amo por supuesto, pero infinitamente agradezco tu existencia, y bendigo las noches por ti.

Te extraño en los momentos cuando no me encuentro en este puto mundo traicionero, lleno de egos orgullos y competencias.

Te extraño cuando camino solo, y no encuentro una razón para continuar, pienso en ti, y fuera de tu belleza
te agradezco que dejes mojar tu pecho con mis lagrimas, que soportes mis olores, mis cursilerias, que me escuches y te rías, que nuestras risas hagan el amor en el aire lleno de vicios, humo, música y alcohol.

La gente no sabe que por ti millones conocen la gloria, no saben que eres más pura, más pulcra, más santa que muchas mojigatonas, que muchas virgenes; que sabes, que haces feliz, que entregas, que sanas, eso la gente, la puta gente no lo sabe, por eso te juzga.

Ahora mismo se que estás dormida y el pecho me revienta de recordarte tan inocente dormida, tan delicada y tan amable.

Ahora mismo te digo que te espera el paraíso, que me pudra en el infierno pero alguien como tu, verdaderamente, merece el cielo. Mi puta.

viernes, 26 de febrero de 2010

IXX

A mi no me deslumbra el sol, poseo la energía, disfruto su calor,
conozco su poder, pero no me deslumbra el sol.


La luna no me duerme, conozco sus secretos, comparto el misticismo,
escucho su silencio, pero no me duerme su belleza.


El fuego no me quema, me calienta en su eternidad, me ilumina con su brasa,
me prende con su chispa, pero el fuego no me quema.


El agua no me ahoga, sacia mi sed, refresca mi descontento, moja mis deseos, pero nunca me ahoga.
Mis sueños vuelan con el viento, mi caracter se siembra en la tierra.


Nada me sorprende. Y ya sólo creo en mí.


Pero entraste tú, esa vez, te vi y me quemaste, me consumí.
Con ese halo de luz que llevas al andar, me deslumbraste, me sorprendí.


¿Por qué vienes tú a cambiar mi vida?
¿Por qué te quiero cantar todos mis secretos?
¿Por qué quiero que seas eterna?


Seguiste caminando y conocí tu sonrisa. ME ahogó tu encanto, tu chispa me enterró.
De pronto el paisaje se desenfocó y sólo veía tu silueta dorada.


El sol, la luna y yo nos fuimos a la chingada.


Desde ese momento me quemas tú, me quema el sol,
contemplo la luna y quiero dormir por siempre en tu mirada.

martes, 12 de enero de 2010

Durante mucho tiempo comí  cascarones de huevo, cáscaras de fruta y mordía los cocos llenándome la boca de pelos. Yo tenía hambre y sed. 

Muchos años después supe que lo que buscaba estaba dentro, sacié mi hambre, mi sed y nunca más sufrí de amor.